La nueva educación, un paso atrás en el tiempo.

El sistema educativo actual en España es un desastre. Prueba de ello son todas las encuestas que colocan a España como uno de los países más pobres en educación de Europa. La base de una comunidad moderna y avanzada es la educación. Todo debería girar en torno a ella, y tendría que ser una de las cosas más importantes para los políticos. Pero a veces, parece que les importa un carajo.

Es increíble cómo los políticos y gobernantes de este país se pasan el tema de la enseñanza por el forro. En vez de idear un sistema mejor, que nos ayude a subir en el ranking y mejorar la formación de los estudiantes y profesores, no se les ocurre nada mejor que aplicar recortes en los presupuestos que ya de por sí eran bajos. Una idea brillante, sin duda.

Hay muchos de esos políticos que afirman que lo prioritario en las leyes de educación es asegurarse del bienestar de los alumnos y que aprendan todo lo necesario para incorporarse al mercado laboral cuando tengan la suficiente edad. Pero lo cierto es que más que leyes y sistemas educativos deberíamos llamarles campañas electorales. Yo me considero de esas que defienden que la política y la enseñanza tienen que ir por caminos separados. ¿No es lo lógico? ¿Acaso un político va a saber más de educación que un maestro o un profesor?

Sea lo que fuere, hay una cosa que está clara: la sociedad avanza, el mundo avanza, pero nuestro sistema educativo sigue estancado allá por principios del siglo XX. ¡Despierten, tierra llamando a los peces gordos! En el resto del mundo ya es pleno siglo XXI, la era de la tecnología y los avances. ¡Espabilen!