26 de noviembre de 2017

¿Crees en Dios? No te pega nada.

Pues sí, queridos lectores, podría decirse que soy creyente. Y puedo asegurar que ya he mantenido la conversación que da título a esta entrada bastantes veces. El resultado: un incómodo silencio entre ambos participantes.

Hoy en día está de moda no creer en nada más que en la ciencia. Nadie tiene la culpa de creer en lo que cree, como es obvio. Somos personas libres para poner nuestra fe en donde veamos oportuno. Pero nunca debe rebasarse el límite entre las diferentes formas de pensar u opiniones, y el respeto.

Que no, no digo que todos los que opinen diferente estén faltando al respeto. Todo lo contrario. Pero eso de que te digan que "algo no te pega" puede resultar un comentario bastante fuera de lugar, e incluso un poco hiriente. ¿Acaso nacemos con cara de creer en algo? Va a ser que ahora, cuando los niños acaban de nacer, los pesan, los miden e identifican sus futuras creencias. Cuánto ha avanzado la ciencia, y yo sin darme cuenta.

No malinterpretéis mis anteriores palabras. De verdad que tengo la mente bastante abierta en lo que a la fe se trata, únicamente quiero decir que no comprendo a la gente que tiene esa mentalidad, supuestamente innovadora, de que en Dios sólo creen las personas de la tercera edad. Porque puedo asegurar que esa afirmación no tiene nada de verdad.

Se que la entrada de hoy es bastante breve, pero necesitaba decirlo. Las modas van y vienen. pero lo que creemos siempre permanecerá con nosotros. Cada uno es libre para decidir su propio camino, sin olvidar el hecho de que todos somos personas con los mismos derechos. Todos merecemos respeto, y no tenemos por qué recibir miradas de "bicho raro" solamente por admitir algo que forma parte de nosotros.

Ahora, reflexionad.

9 de noviembre de 2017

Serie: Vikingos.

¡Buenas, lector@s!

Se que últimamente no he escrito demasiadas cosas, y lo poco que he subido ha sido un poco deprimente. Es algo típico que me suele pasar: solamente me viene la inspiración en los momentos tristes o estresantes, en los momentos en los que no tengo nada de tiempo para escribir nada.

Sin embargo, hoy traigo algo un poco diferente a lo habitual: la reseña de una serie que me empecé hace un mes. Esta serie es Vikingos.

Empezaré por decir que hago esta reseña hora, ya que la quinta temporada de esta serie que tanto me ha apasionado sale el día 29 de noviembre. Llevaba mucho tiempo con ganas de escribir este apartado, pero decidí esperar hasta haber llegado al final, para tener una opinión mejor justificada.

Esta serie estrenada en 2013 está basada en hecho históricos y nos cuenta la historia de Ragnar Lothbrok, un épico guerrero vikingo que dirigió los primeros ejércitos vikingos que saquearon Inglaterra. Como bien he dicho antes, Ragnar es un personaje real, con prueba tangibles de que existió en verdad. Este hombre comenzó viviendo en un rancho junto con su mujer, Lagertha, y sus dos hijos: Gyda y Björn. El conde de Kattegat, el pueblo donde viven, quiere navegar hacia el oeste, como han hecho todos los años. Lothbrok, sin embargo, tiene ideas diferentes. Cree que es posible viajar hacia el este y descubrir nuevos territorios, para así expandir su pueblo. Ese carácter rebelde e innovador es el que hace que muchos de los hombres del condado se pongan de su parte en la travesía. A partir del primer viaje, la fama de Ragnar aumenta por momentos, lo que le lleva a diversos enfrentamientos y a ganar poder. La historia se va desarrollando alrededor de Ragnar y todos los miembros de su familia y de su entorno, y la trama se complica cada vez más, aunque sigue siendo fácil de seguir.

Desde el primer capítulo que vi, esta serie capturó mi atención de inmediato. No sólo por las increíbles escenas de batallas y el reparto sublime, sino también por los paisajes maravillosos y la trama que engancha desde el minuto 0. Los personajes son simplemente geniales, y el desarrollo de cada uno se puede ver perfectamente a lo largo de la serie. El que más destaca entre todos es Ragnar, puesto que es la viva imagen de los efectos malignos que tiene el poder en las personas buenas.

Y con esto y un bizcocho, basta ya de spoilers. Si queréis saber más, os recomiendo vérosla. Mi calificación es de 10/10.

P.D.: No leáis la Wikipedia de Ragnar Lothbrok ni la Wikia de la serie si no queréis encontraros de cara con un bonito spoiler. ;)

Dicho esto, os deseo que paséis un buen rato con este programa. Cualquier comentario u opinión es bienvenida.

Mi cabaña en el bosque.

Si por mí fuera, me iría a vivir a una cabaña en el bosque. Disfrutar de la naturaleza, librarme de la contaminación... En dos palabras: ser libre. Pero, ¿cómo ser libre en un mundo regido por la ley y gobernado por la imagen pública?

Existen muchos tipos de contaminación que impregnan nuestro día a día: la polución, contaminación lumínica y acústica, y, según mi humilde opinión, la más atroz de todas: la sociedad.

En mi cabaña, viviría una vida simple aunque plena. Mis libros, mi reproductor de música y la soledad serían las únicas cosas que necesitaría para subsistir. Me alejaría de la podrida civilización y de toda la gente para empezar una nueva vida. Adiós a las redes sociales, al cáncer de los medios y a la esclavitud.

Si por mí fuera, me iría a vivir una cabaña en el bosque. Olvidarme de los problemas y permanecer en completo aislamiento, esperando la aparición de una fuerza mayor que de fin a la mayor catástrofe que ha sufrido jamás este mundo: la especie humana.


«I had a dream that life would be so different from this hell I'm living.» Fantine, Les Miserables.

El arma más poderosa.

Siendo completamente sincera, nunca me he considerado muy aficionada a las tiras y a las viñetas que aparecen en los periódicos. De pequeña...